Elecciones 0,7

En 1970 la ONU aprobó una resolución en la que recomendaba a los países económicamente desarrollados que destinasen el 0,7% de su PNB (Producto Nacional Bruto) a Cooperación Internacional. Hoy, 37 años después, sólo 5 de los 30 países considerados ricos cumplen con este compromiso.
España es uno de los 30 países más ricos del mundo, pero apenas destina el 0,35% de su PNB a cooperación al desarrollo. Las comunidades autónomas y los municipios también dedican fondos a la ayuda internacional: es la llamada cooperación descentralizada, que aunque ha ido aumentando desde los años 80, todavía está muy lejos del 0,7%.

Esta es la campaña de Intermon Oxfam de cara a las próximas elecciones.

Sr/a Candidato/a: Con motivo de las elecciones del 27 de mayo, y como ciudadano comprometido, me interesa conocer las propuestas de su candidatura en el ámbito de la cooperación internacional y la lucha contra la pobreza. También le pido que se comprometa a:

- Al menos el 0,7% del presupuesto al cooperación al desarrollo.

- Ayuda al desarrollo dirigida a los países más pobres, la mayoría de ellos en África subsahariana.

- Prioridad para los servicios sociales básicos: educación y salud.

- Una partida mínima para acción humanitaria.

Espero que tenga en cuenta estas peticiones y que en la próxima legislatura su compromiso se convierta en una realidad.

¿Sabeís lo curioso?Que estos objetivos pueden cumplirse. Que sólo con el 0,5 del 0,7 del PNB prometido por los países ricos pueden alcanzarse los Objetivos de Desarrollo del Milenio. Que con sólo un euro se puede comprar un pollo y medio en Ecuador, vacunar 14 cabezas de ganado en Chad, costear un día de colegio en El Salvador o tres días y medio de vida en Zimbawe, financiar 7 dosis de medicamentos en Gaza o un día de agua potabe para 2.600 personas en Angola.

Lo acredita Ayuda en Acción, Médicos sin Fronteras, Médicos del Mundo, Acción contra el Hambre, Unicef... Pero lo importante aquí es que los Objetivos de Desarrollo del Milenio pueden financiarse sin traspasar los límites de la ayuda ofical al desarrollo que los países donantes ya han prometido.

No consiste en pedir metas imposibles, ni objetivos inalcanzables. Es cuestión de exigir lo prometido. Si te apetece puedes copiar la carta de arriba, o ir a la página de Intermon y mandársela a los candidatos, o simplemente pararte unos segundo a reflexionar lo que se puede llegar a hacer por el precio de un café o una caña.